es cierto
que por debajo de tu ropa
mis manos tocaban
tu frágil cuerpo,
jugábamos a carreras
pasando mis pequeñas manos
por tus delicadas venas...
Recuerdo como acariciabas,
después de jugara a palas,
mi sudado pelo...
Recuerdo cientos de versos
aprendidos en silencio
mientras recostada en tu cama
corregías "g" o "j "en el momento.
Tu paciencia, tu sonrisa,
tus lentos movimientos
Se han quedado grabados
a fuego rojo
en el mejor de los momentos
habiendome enseñado tantas cosas bonitas
que jamas hubiese aprendido
en los libros de texto...
1 comentario:
Allá donde esté, si pudiera leer esto, seguro k pensaría k no se ekivocaba, k eres lo mas lindo!
nefu
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