que no da horas,
da momentos
las agujas del minutero se me clavan
cual toro
en la tierra de su albero.
Y entre tanto
los segundos escapando
de sabuesos
vestigios de tu cuerpo
mis amigos, tus amigos
que momentos
trepando en la escalada de la vida
atando cabos
con la cuerda del recuerdo
misioneros de la noche se acompañan
a la puerta de la entrada de chiqueros...
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