Hoy los diecisiete titulares del departamento que forman el nuevo Gobierno han prometido sus nuevos cargos delante de los Reyes, un ejemplar de la Constitución, un Crucifijo y la Biblia.
Hoy debatían, en un programa televisivo, si todavía tenía sentido prometer un cargo delante de unos símbolos religiosos tan importantes para el mundo Cristiano como son la Cruz de Jesús y la Biblia. Es conveniente mezclar religión con política? El que no sea religioso y se considere agnóstico puede escoger prometer su cargo solo delante de la Constitución?
Para mi la primera pregunta esta clara, religión y poder son dos cosas que siempre han ido unidas, demasiado unidas y por tanto política y religión que son primas/hermanas de esta primera también. Y de la segunda pregunta creo que es obvio que somos un país de mayorías donde las minorías son solo eso menos que el resto y a no tener en consideración.
Pero a parte de este pequeño debate, que para mi solo representa un acto formal "de mode", lo que me parece más sorprendente, y porque no, preocupante es el intercambio de carteras entre ministros como por ejemplo, Carmen Chacón que pasa de dejar su cargo como ministra de Vivienda y pasa a ser de Defensa o Elena Salgado que también cambia de aires y deja Sanidad y Consumo para hacerse cargo de Administraciones Públicas.
Me pregunto que pasaría si en las empresas ocurriese lo mismo y a la finalización del año o "legislatura" nuestro "Jefe" quisiese dar un cambio de aires, y nos cambiasen de puesto de trabajo o mejor dicho de sección. Que pasaría si esto ocurriese en los supermercados? Y en las agencias de publicidad? Y en la Facultades? Me pregunto si mi profesor de Estructuras sería capaz de realizar una clase de Historia y viceversa. Somos intercambiables? Que pasaría si se realizase en un Hospital? Sabría el Cardiólogo realizar una operación de cataratas? Es más, sabiendo como es el caso de la política, estaría tranquilo?
Solo me cabe pensar, que en la política no hace falta especialización alguna ya que en definitiva todo se reduce a gestos, intenciones, buenas palabras, promesas y un largo etcétera de intangibles, y de esto todos estamos bien servidos, no?
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